Beneficios de los seguros de vida en la planificación sucesoria
Un seguro de vida puede llegar a tener gran importancia en un proceso de sucesión y transmisión patrimonial, ya que puede agilizar la burocracia y asegurar un adecuado reparto. Explicamos a continuación los beneficios de los seguros de vida en la planificación sucesoria.
La planificación sucesoria está ganando cada vez más peso en la gestión patrimonial, pues posibilita garantizar una estabilidad financiera para los seres queridos y, además, permite distribuir el patrimonio de la manera más apropiada según los criterios del tomador. Es por ello que los seguros de vida juegan un papel fundamental gracias a sus características intrínsecas, pues ofrecen los mecanismos necesarios para asegurar un reparto del patrimonio más inmediato y menos burocrático entre los beneficiarios.
En esta entrada del Blog analizaremos las principales ventajas de la utilización de los seguros de vida como vehículo para la planificación sucesoria y cómo pueden resultar clave en la protección del patrimonio familiar.
Liquidez inmediata y protección del patrimonio
Cuando hablamos de procesos sucesorios, uno de los mayores obstáculos que nos encontramos es la falta de liquidez. Es común que, en familias con elevado patrimonio, la aceptación de la herencia suponga un cargo económico elevado y, si se da en un momento inesperado o con escasa liquidez, pueda generar una situación compleja por no poder hacer frente al pago del Impuesto de Sucesiones.
También gana importancia este punto cuando hablamos de la protección de negocios familiares, pues en los primeros instantes tras el fallecimiento del tomador pueden encontrarse en una situación vulnerable que requiera de una inversión relevante.
El seguro de vida se plantea como una solución a dichos problemas, pues proporciona un pago prácticamente inmediato a los beneficiarios, de forma que obtengan unos recursos económicos que ayuden a hacer frente a los gastos (impuestos, deudas pendientes del fallecido, negocios etc.).
Libertad de asignación de beneficiario
Además de los beneficios en cuanto a la liquidez, los seguros de vida tienen otras ventajas como la libre designación del beneficiario que el tomador estime. Al no formar parte del caudal hereditario, se puede establecer a cualquier persona como beneficiaria del seguro, independientemente de si esta forma parte de los herederos legales o no.
De esta forma, los seguros de vida aportan flexibilidad en la planificación sucesoria, permitiendo que se cumpla la voluntad del tomador.
Personalización de la cláusula de beneficiario
Además de poder establecer quién va a recibir el importe, los seguros de vida también permiten añadir unas cláusulas que garanticen el correcto uso del capital. Por ejemplo, se puede establecer un requisito conforme ese importe se debe destinar a un fin concreto: al pago del Impuesto de Sucesiones, a saldar la deuda pendiente de una hipoteca o a la adquisición de una vivienda. Llegado el día, la compañía aseguradora destinará el importe según lo marcado por el tomador y, el excedente, se abonará a los beneficiarios.
También pueden incluirse algunas cláusulas limitantes al acceso al capital para los beneficiarios. Así pues, podría establecerse que un menor no pudiera disponer hasta cierta edad del capital o delimitar la forma de cobro en forma de renta, por ejemplo.
Confidencialidad
Otra característica de los seguros de vida es que, al tratarse de un elemento independiente al caudal hereditario, el contenido del seguro es confidencial.
Esto significa que, en un proceso hereditario, si el fallecido estableció como beneficiario a una tercera persona que no forma parte de los herederos legales, no tendrá por qué constar en la escritura de aceptación de herencia, ni el destino del capital.
En conclusión, podemos afirmar que los seguros de vida juegan un papel importantísimo en la planificación sucesoria y en la gestión patrimonial en su conjunto. La versatilidad que ofrecen permite adaptarse a las complejas situaciones de cada persona y buscar la mejor solución a sus necesidades.