Retos de futuro para el seguro del automóvil
El mercado de seguros de autos se enfrenta en el corto plazo a nuevos retos, marcados por las nuevas necesidades y hábitos de los clientes. Tecnología, personalización y sostenibilidad son algunos de estos desafíos para las aseguradoras, a los que deberán dar respuesta para conseguir la fidelización de los clientes, el objetivo final.
Antes de abordar este nuevo entorno para las empresas aseguradoras, recordamos unas pinceladas del seguro de auto en la actualidad para tener presente de dónde partimos.
En primer lugar, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el porcentaje de vehículos asegurados en España es cercano al 96%, lo que indica que la gran mayoría de los conductores tienen seguro de auto. Esta alta tasa de aseguramiento se debe en gran parte a la legislación española, que establece la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para todos los vehículos a motor que circulan por carretera. Esto se pone de manifiesto en el gráfico de porcentajes de pólizas con las diferentes garantías.
En segundo lugar, hablando en términos de precio, nos encontramos en un mercado que ha estado marcado en los últimos cinco años por un aspecto importante: el descenso tanto de la siniestralidad como de las primas de las pólizas como consecuencia de la reducción de uso del vehículo en pandemia. Sin embargo, esta situación ha finalizado para pasar a un entorno de crecimiento de ambas (una por la vuelta a la normalidad y la otra como consecuencia de la inflación).
Por último, echando un vistazo a la composición del mercado, si bien es cierto que el 50% de las pólizas está controlado por cinco compañías, el resto lo componen un elevado número de aseguradoras y bancos aseguradores (mediadores/distribuidores) con una competencia feroz, poniendo el precio como núcleo central de la diferenciación.
Retos de las compañías y distribuidores de seguros de autos
Por todo lo anterior, compañías y distribuidores de seguros de autos tienen la imperiosa necesidad de afrontar varios retos para adaptarse a las nuevas necesidades, hábitos y tendencias, y para diferenciarse más allá del precio. No olvidemos que el precio es un componente dentro de un seguro; importante sí, pero no el único. Los retos serían, entre otros:
- Las nuevas tecnologías (IA), para ofrecer una mayor eficiencia en la relación entre cliente, mediador y aseguradora, que aborde todos los eslabones de la cadena de valor: Conectividad para recopilar datos en tiempo real a través de dispositivos IoT, y digitalización de los procesos para mejora de la experiencia del cliente.
- Personalización del seguro: como consecuencia de la aplicación de nuevas tecnologías, el comportamiento del conductor redunda en una mejor adaptación de la póliza a la realidad (kilómetros recorridos al año, velocidad media, horas, frecuencia de uso, etc.).
- Sostenibilidad: la transformación social encaminada al cuidado del medio ambiente y las tecnologías verdes también impacta en la automoción. La personalización de propuestas que beneficien y bonifiquen los riesgos sostenibles es clave en el futuro que afrontamos.
Este proceso de transformación/adaptación dará como resultado que la compañía que distribuye ofrezca un seguro de autos personalizado con servicios agregados que se adapten a las necesidades del cliente por un precio justo e impulse el crecimiento sostenible. Dicho de otro modo, construirá una marca sólida y reconocida con dos consecuencias:
- Aumentará la lealtad de los clientes, que se vincularán más a la compañía.
- Atraerá a clientes específicos: al diferenciarse con otros factores, una compañía/distribuidor de seguros puede atraer a clientes específicos que buscan un servicio diferencial.
En conclusión, las aseguradoras tienen un camino transformador de diferenciación en el competitivo mundo de los seguros de autos.