¿Qué es la cobertura financiera?
La cobertura financiera, operación también conocida como hedging, consiste en comprar posiciones contrarias a una inversión previa para reducir o eliminar las pérdidas que ésta ya registre o que pueda provocar en nuestra cartera.
El mundo de las estrategias de inversión puede resultar apasionante. Tradicionales, atrevidas, ingeniosas, eficaces… Pero, sobre todo, es una cuestión muy personal que cada uno se plantea y desarrolla en función de sus intereses, de su músculo financiero, de su aversión al riesgo, de su expectativa de beneficio, etc. Para todas estas operaciones nunca está de más contar con asesoramiento personalizado y especializado en mercados y activos de inversión.
¿Está perdiendo dinero con una inversión?
El fondo de la cuestión es que no se trata de billetes de juguete o de inmuebles que pueden intercambiarse en un juego de mesa, sino del bolsillo propio, de dinero de verdad. De hecho, lo más probable es que nunca se sea tan consciente de ello como cuando se mantiene una posición inversora que no ofrece el rendimiento esperado o nos está haciendo perder dinero. ¿Cómo actuar ante esa situación, qué posibilidades existen?
Opciones ante una inversión en números rojos
Como ya se ha apuntado, naturalmente, cada cual toma las decisiones sobre sus activos que estima oportunas dentro de la inmensa variedad de productos de inversión y ahorro que existe en el mercado. Lo ideal es recurrir a la diversificación, para minimizar los riesgos. Pero en el caso de encontrarse frente a una apuesta que no está saliendo como esperaba, lo más habitual es, bien abandonar la posición y asumir las pérdidas correspondientes, bien aguantar con la expectativa de que el valor se recupere en un futuro más o menos cercano.
Sin embargo, aunque parezca una encrucijada con solo dos caminos posibles, lo cierto es que hay, como mínimo, otra salida: la cobertura financiera.
¿Qué es la cobertura financiera?
En esencia, la cobertura financiera consiste en realizar una maniobra inversora para reducir el riesgo de otra operación previa que se hizo en sentido contrario. De ahí la denominación del concepto, porque la segunda inversión es como una especie de póliza de seguro para reducir o eliminar las pérdidas que esté produciendo la primera… o pueda hacerlo más adelante.
La cobertura financiera es una estrategia netamente defensiva, no se busca, de entrada, lograr rendimientos, sino evitar cerrar una operación con pérdidas de forma anticipada. Ello cobra aún mayor relevancia cuando la lectura del mercado nos hace percibir que hemos apostado por el caballo que, si bien puede que no sea el ganador, sí puede quedar entre las primeras posiciones y reportarnos ganancias más adelante.
Cómo funciona la cobertura financiera
A primera vista, la operativa de la cobertura financiera puede parecer contradictoria: aposté por A y después lo hago por B, que representa la postura inversa a la primera. Pero, si se analiza, tiene su sentido, dado que únicamente se va a por la opción B cuando la A ha fallado, se encuentra en una posición dudosa o existe una expectativa justificada de que tendrá problemas.
La cobertura financiera, también para inversores particulares
Esta estrategia financiera, que es común entre las empresas, se aplica también en el campo de la inversión personal cuando un particular pretendecubrirse frente a las pérdidas -potenciales o que ya lo son de facto- de un activo financiero bajo su propiedad.
De este modo, la cobertura financiera -que puede hacerse en divisas, en renta variable, etc.- se efectúa comprando posiciones contrarias a ese valor. De este modo, en caso de sufrir pérdidas con éste, las compensaría con los beneficios que obtenga con la segunda inversión.
Cobertura financiera o hedging
La forma más habitual de hacer hedging -como se denomina a la cobertura financiera en inglés- es mediante la utilización de derivados, tales como futuros, opciones o swaps. Estos productos en general, y las opciones financieras en particular, facilitan una serie de estrategias de cobertura. Los inversores pueden, gracias a ellas, atenuar o anular números negativos, así como cubrir sus posiciones ante la volatilidad en el precio de sus activos.
Si no se llega a apoyar jamás en la cobertura financiera, será, con toda probabilidad, buena noticia, porque significará que no hay una fuga en el barco de sus inversiones ni se prevé que un escape. No obstante, aunque seguramente nunca utilice el hedging, nunca está de más saber que existe, cómo funciona y que es una posibilidad para protegerse ante los vaivenes que pueda sufrir su cartera de inversión.
