Innovación y sostenibilidad

Blindaje digital: cómo proteger tu información de amenazas invisibles

Escrito por: BancaMarch
Publicado: 28 mayo 2025
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Un buen blindaje para hacer frente a las numerosas amenazas digitales que buscar el engaño y la estafa pasa por estar prevenidos y por la adquisición de unos hábitos de prudencia que pueden mejorar nuestra seguridad. Explicamos en el post y en el vídeo algunos de ellos, como el refuerzo de contraseñas o la constante alerta ante comunicaciones sospechosas.

Cuando recibimos mensajes con ofertas irresistibles o descuentos que parecen demasiado buenos para ser verdad, es fácil dejarnos llevar por la emoción. Pero, ¿alguna vez nos hemos preguntado si realmente son tan buenos como parecen? Muchas veces, estos mensajes no son más que trampas diseñadas para robar nuestra información personal. Afortunadamente, con algunos hábitos sencillos y un poco de precaución, podemos evitar caer en ellas.

¡Cuidado con las ‘superofertas’!

Uno de los métodos más utilizados por los cibercriminales es el uso de ofertas que parecen ‘demasiado buenas para ser ciertas’. A través de correos electrónicos, mensajes de texto o redes sociales, intentan generar urgencia para que tomemos decisiones apresuradas, como hacer clic en un enlace o proporcionar información personal.

Verificar la autenticidad

Ante cualquier oferta sospechosamente atractiva, es fundamental detenerse, analizar y verificar su autenticidad. Si parece demasiado perfecta, es posible que se trate de un fraude.

Lo primero es asegurarnos de que el mensaje proviene de una fuente confiable, revisando bien el remitente, ya que las direcciones fraudulentas suelen tener pequeñas variaciones que pueden pasar desapercibidas. Si el mensaje proviene de una dirección sospechosa, lo mejor es evitar hacer clic en enlaces o abrir archivos adjuntos.

Comprobar los enlaces

Los enlaces en los mensajes pueden proporcionar indicios sobre su autenticidad. Antes de hacer clic, es recomendable pasar el cursor sobre ellos para verificar la dirección a la que realmente conducen. Si la URL no coincide con el sitio esperado o parece sospechosa, lo más seguro es evitar cualquier interacción. Muchos cibercriminales crean páginas falsas que imitan a las originales con el objetivo de robar información personal.

Contrastar a través de canales oficiales

Todos hemos recibido mensajes solicitando información personal, como datos sensibles, contraseñas o información bancaria, ya sea por correo electrónico o mensaje directo. En caso de duda, lo más seguro es contactar directamente a la empresa o institución a través de sus canales oficiales antes de proporcionar cualquier dato.

Contraseñas robustas y doble autenticación

Las contraseñas son una de nuestras principales defensas para proteger la información. Es crucial que sean fuertes y únicas, evitando reutilizarlas en varias cuentas, ya que si una se ve comprometida, todas las demás podrían estar en peligro.

Además, siempre que sea posible, debemos activar la autenticación en dos pasos. Esta capa adicional de seguridad dificulta enormemente el acceso de los ciberdelincuentes a nuestras cuentas, incluso si logran conocer nuestra contraseña.

Actualización de dispositivos y software

Una vez que hemos fortalecido nuestras contraseñas y habilitado la autenticación en dos pasos, también es crucial mantener nuestros dispositivos actualizados. Las actualizaciones del sistema operativo y el software de seguridad corrigen vulnerabilidades y nos protegen de nuevas amenazas, asegurando que nuestras defensas sigan siendo efectivas.

Evitar redes públicas en operaciones o compras

Pero la protección no termina ahí: también debemos ser cautelosos al usar redes Wi-Fi públicas. Aunque resultan convenientes, suelen ser menos seguras y constituyen un objetivo fácil para los cibercriminales. Por eso, si necesitamos manejar información sensible, como realizar compras online o acceder a cuentas bancarias, lo ideal es evitar estas redes y optar por conexiones más confiables. Si no podemos evitar su uso, una excelente opción es utilizar una VPN (Red Privada Virtual), que cifra nuestra conexión y añade una capa extra de seguridad.

Nuestra información es un activo valioso para los ciberdelincuentes. Sin embargo, mediante la adopción de algunos hábitos sencillos, podemos protegerla y fortalecerla frente a las amenazas digitales, asegurando su integridad y resguardándola de posibles riesgos.