Megatendencias como la tecnología, sostenibilidad y salud, el refugio para la renta variable
El escenario macroeconómico hacia el que caminamos, según el análisis que el equipo de Estrategia de Banca March refleja en el último House View publicado, será de desaceleración del crecimiento, con cifras mediocres y por debajo del promedio. Sin embargo, entre las sombras, aparecen luces o palancas que actuarán de soporte y que, en renta variable, pueden ser sectores ‘refugio’.
En el análisis sobre la situación macroeconómica y visión sobre los diferentes activos de inversión incluido en el House View de octubre, una de las conclusiones es que la economía global sufrirá una desaceleración como consecuencia de varios factores, como son la política monetaria restrictiva, una crisis energética pendiente de resolución —agravada ahora, además, con la incertidumbre del conflicto de Oriente Medio y sus posibles repercusiones sobre el mercado del petróleo—, un mercado inmobiliario bajo presión y una economía China con una recuperación más lenta tras la pandemia y la posterior reapertura.
Sin embargo, frente a estos ‘frenos’ o factores negativos, serán palancas que impulsarán el crecimiento el consumo —consumidores menos endeudados y con exceso de ahorro, que se verán favorecidos en su poder adquisitivo según vaya remitiendo la inflación—, un mercado laboral resiliente y, finalmente, la configuración de un nuevo modelo productivo y energético.
En busca del futuro: Inversiones en megatendencias para tiempos de incertidumbre económica
Aunque los estímulos fiscales también estarán en plena retirada, sí seguirán presentes precisamente para esos sectores ligados al cambio de modelo: transición energética, tecnología y digitalización. Es el caso, por ejemplo, de fondos del programa europeo Next Generation, de los que todavía queda un amplio porcentaje sin desembolsar —el monto aún no gastado en la primera fase del 0,4% del PIB, 67.500 millones de euros, que se sumarán al importe correspondiente al 0,9% del PIB de la segunda fase, 146.213 millones—, y del programa IRA (Inflation Reduction Act) de Estados Unidos, con una dotación de 390.000 millones de dólares hasta 2031, enfocado sobre todo a transición energética y sostenibilidad. Además de estos grandes planes a largo plazo de la Unión Europea y de Estados Unidos, otros gobiernos también se suman a estrategias ‘verdes’ y de descarbonización del planeta.
Dado el carácter de ‘megatendencias’ o transformaciones de carácter más estructural, apoyadas por ayudas públicas, se pueden esperar crecimientos en estos sectores, a pesar de ese contexto global más negativo.
Banca March identifica tres grandes megatendencias como propuesta de inversión con potencial de crecimiento, tanto para activos líquidos como ilíquidos (coinversión). Estas tres megatendencias serían la revolución 4.0, que incluiría el sector de la tecnología (digitalización, automatización, fintech, IA, ciberseguridad); sostenibilidad y medio ambiente (transición energética, agua, medio ambiente, agricultura y biodiversidad); y demografía y estilo de vida (salud, educación, hábitos de consumo, alimentación o impacto social).
Defensivos en renta variable
En el análisis sobre las perspectivas de los activos de renta variable, el equipo de Estrategia de Banca March recomienda, dentro de una visión constructiva, ser prudentes y exigentes con los niveles para aumentar la exposición en renta variable. En el fondo de esta visión, encontramos la previsión de una economía en desaceleración (crecimiento del 2,8% este año y 2,3% en 2024), unas previsiones de beneficios empresariales quizá optimistas en exceso, y valoraciones relativas menos atractivas.
Ante este panorama, es conveniente un posicionamiento defensivo y dirigir el foco hacia sectores que podemos considerar como ‘refugio’.
En un post publicado en este blog hace unos meses, tras el cierre del primer semestre, se destacaba que el sector de la tecnología había tenido un buen comportamiento y no se había visto demasiado afectado por la subida de los tipos de interés. Para el futuro inmediato, se estima que el sector se mantendrá con ese buen comportamiento, con un elevado crecimiento, y beneficiado por las previsiones de gasto empresarial en los próximos años y por la calidad de las principales empresas en cuanto a rentabilidad y endeudamiento.
Dentro del sector de la tecnología, en el que las valoraciones actuales recogen el potencial de crecimiento, el software, tradicionalmente un posicionamiento más defensivo, sigue teniendo recorrido al alza, así como lo relacionado con la ciberseguridad.
Por lo que respecta al sector de cuidados de salud, también presenta un carácter defensivo frente a los tipos de interés altos y el contexto de desaceleración económica. En el pasado, como en los turbulentos años 2000, 2008 y 2020, este sector ha sostenido el crecimiento de beneficios en esos momentos de crisis. En el presente, en Europa el sector ha tenido gran dinamismo, mientras que para Estados Unidos, aunque con ligeros caídas, las perspectivas también son buenas al reducirse los costes laborales y aumentar la previsión de márgenes para las empresas.
Tendencias de crecimiento también en activos ilíquidos
Además de las oportunidades de inversión en activos líquidos relacionados con las megatendencias, otra opción son los activos ilíquidos, que se concreta en el caso de Banca March en la coinversión. Se trata de proyectos en los que invierten los clientes junto con el banco, y son activos que proporcionan retornos superiores de forma recurrente, en un horizonte temporal más amplio.
Aparte de propuestas de inversión en activos reales, como hoteles o infraestructuras, la coinversión también se dirige a sectores que estamos considerando dentro de las megatendencias, como la tecnología y la transición energética.