Renta variable: ¿está justificado el optimismo para 2024?
Las recientes reuniones de los principales bancos centrales, la Reserva Federal norteamericana (Fed) y el Banco Central Europeo, han confirmado que la pausa en las subidas de tipos de interés ya es un hecho. Y en el caso de la Fed, además, ha llegado a modo de ‘regalo navideño’ una previsión de rebajas de tipos para 2024. Sin embargo, parece que no serán tantas ni tan profundas como venían descontando los mercados.
Las bolsas han experimentado en noviembre y parte de diciembre una fase de ‘rally’, extendida por el componente estacional de fin de año que suele ser favorable. A punto de terminar 2023, la renta variable acumula a nivel global una ganancia próxima al 20%, mientras que la renta fija, como se preveía en los análisis a lo largo del año, también ha permitido obtener buenas rentabilidades
Han sostenido este ‘rally’ en los mercados factores como el control de la inflación y la pausa en las subidas de tipos de interés, confirmada en la reunión de los bancos centrales de diciembre, junto con un cierre de temporada de resultados empresariales con sorpresas positivas por la resiliencia de muchas compañías.
¿Tiene sentido el optimismo de los mercados para 2024, que descuentan bajadas de tipos rápidas y profundas, de hasta 125 puntos básicos a lo largo del próximo año? Algunas señales invitan a la prudencia.
Expectativas de bajadas de tipos
La Fed ha abierto la puerta a este movimiento, como ha puesto de manifiesto el llamado ‘dot plot’ (diagrama de puntos que recoge las previsiones sobre los tipos de interés) conocido tras su última reunión, que contemplaría tipos más bajos que los actuales a 12 meses, con una mediana de 4,65% a finales de 2024.
Sin embargo, junto a esta buena noticia, llega la advertencia de que todavía no está concluida la lucha contra la inflación y de que cualquier decisión se adoptará teniendo en cuenta los indicadores de precios, pero también los de crecimiento económico y empleo. Para Europa, el BCE se mantiene en el tono frío, confirmando la pausa pero sin dejar entrever, de momento, bajadas de tipos de interés.
El contexto económico para 2024: inflación más controlada, pero menor crecimiento
En el último documento House View elaborado por el equipo de Estrategia de Banca March, publicado en noviembre, se hacía un análisis del contexto económico hacia el que nos encaminamos. Tras casi dos años de intensa lucha contra la inflación, con un agresivo proceso de subida de tipos de interés, parece que los precios comienzan a estar controlados. Sin embargo, estas políticas monetarias también traen consecuencias negativas sobre el crecimiento económico, al producirse un endurecimiento de las condiciones financieras de acceso al crédito.
Ejemplos de esta situación son las cifras de PIB de la zona euro del tercer trimestre, con una contracción de una décima y la suma de cuatro trimestres consecutivos de estancamiento. Para 2024, las previsiones están en esa misma línea de debilidad. Por su parte, la economía de Estados Unidos se está mostrando más resiliente —sobre todo, por el consumo privado—, pero también se prevé una pérdida del dinamismo que ya se aprecia en el freno en el mercado del crédito. En definitiva, aunque se prevé cerrar el año con un crecimiento de la economía mundial en torno al 3%, difícilmente se repetirá esa cifra en los próximos trimestres.
Un rally en renta variable, ¿con continuidad?
La renta variable, con el impulso sobre todo del sector de la tecnología y, en particular, de las siete grandes compañías denominadas como ‘las siete magníficas’ — Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla—, ha experimentado una recuperación en la parte final de año, llegando a tocar máximos, aunque con cierta asimetría.
La última temporada de publicación de resultados dejó un panorama un tanto complaciente en los mercados, por el hecho de apreciarse una resiliencia no vista en anteriores ciclos que hace que el consenso tenga unas previsiones optimistas para 2024.
Entre optimismo y precaución: Desafíos y expectativas de un ciclo maduro
Sin embargo, parece difícil pensar que los próximos beneficios sean los que estima el mercado, dada la madurez del ciclo y las perspectivas de descenso del crecimiento. Algunos directivos, como el CEO de JP Morgan, advirtieron del peligro del panorama económico y geopolítico, mientras que compañías norteamericanas también redujeron sus previsiones de beneficios a la baja. Todo ello puede redundar en las cotizaciones de las empresas.
En general, actualmente los mercados descuentan dos circunstancias que, históricamente, se ha comprobado que es muy complicado que se produzcan a la vez. Estas son el aterrizaje suave de la economía y un proceso agresivo de bajadas de tipos de interés. Si finalmente la economía resiste, la bajada de tipos de interés podría tardar más en llegar.
De cara a la renta variable, por tanto, lo más recomendable es actuar con prudencia y cautela, aprovechando el periodo estacional de subidas y las oportunidades de compra a buen precio. Como se puede ver en el último House View, la recomendación de los expertos de Banca March es apostar por la calidad por encima de la valoración, preferencia por Estados Unidos frente a otros mercados y un posicionamiento defensivo, especialmente en sectores como la tecnología —sobre todo software y seguridad— o salud. En cuanto al sector financiero, la preferencia se decantaría por las entidades europeas.
En resumen, parece que el 2024 a punto de empezar tendrá un contexto económico más complicado, aunque no exento de oportunidades a la hora de obtener rentabilidad. Diversificación —renta fija, renta variable, tesorería, inversiones alternativos, etc.— y gestión activa de la cartera de inversión, facilitada por un asesoramiento experto, puede ser la clave para acertar con las decisiones. Además, considerar invertir fondos de inversión puede proporcionar una excelente opción para aprovechar las oportunidades del mercado de manera eficiente y diversificada.